
José Guadalupe Posada. El Jarabe en Ultratumba. Monografía (dentro de la colección del MOMA) 1910-1930.
“La muerte es democrática, ya que a fin de cuentas, güera*, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera”, así pensaba, José Guadalupe Posada, uno de los artistas latinoamericanos más influyentes del siglo XX.
Nativo de la ciudad de Aguascalientes, México; con él, también nació la gráfica mexicana contemporánea. Su iconografía, composición y su trazo son excepcionales, el manejo del blanco y negro es perfecto, y la manera de abordar las temáticas de su tiempo fueron rompedoras, aún lo son. Sus trabajos destilan oficio, del que se alcanza con el trabajo intenso y cotidiano.
Sus obras más populares las realizó con el impresor Antonio Vanegas Arroyo, miles de imágenes salieron de ese taller para ilustrar periódicos, libros, revistas y carteles de la época.

Diego Rivera. Inspirado en Posada. Detalle del mural Sueño de una tarde de domingo en la Alameda. Restaurante Versalles del Hotel del Prado. 1946-1947
Como una carambola temporal, nos llega a este nuevo siglo la versión pop o hipster de Posada, con los homenajes internacionales en este año, por el centenario de su muerte. Impulsado en primera instancia por ese rey midas del arte que fue Diego Rivera, con el mural “Sueño de una tarde de domingo en la Alameda”, pintado en el restaurante Versalles del Hotel del Prado de la ciudad de México. En el que se aprecia una calavera vestida con elegancia, dándole la mano a un Diego Rivera niño, y bautizada por el mismo Rivera como “la Catrina”.
Posada es re-descubierto generación a generación, gracias a su inagotable imaginario. Pero también es parte de los ilustres artistas, de los que se ha echado mano, para publicitar aquella idea de “la raza cósmica”** de Vasconcelos, convirtiéndolo en semidios de la identidad mexicana. Pero todo lo contrario, Posada fue maravillosamente humano, pues en su obsesión por la muerte, dibujó la grandeza de la vida, posiblemente como ningún otro artista: hablar del mundo de los vivos, con los despojos de la muerte, es sin duda alguna un concepto brillante.
Su ilustración más famosa es conocida como la Catrina, de la que el historiador Agustín Sánchez González aclara que su titulo original es “Las garbanceras” y añade que se les llamaba así a las indígenas que comían garbanzos, aquellas que menospreciaban su clase social y querían ser como las patronas españolas. Además indica que en una parte el texto dice: “Hay unas gatas ingratas, muy llenas de presunción y matreras como ratas, que compran joyas baratas en las ventas de ocasión”. Testimonio de la agudeza visual, sensibilidad y capacidad de abstracción de Posada.
Para la mayoría de las culturas precolombinas, el color negro de la tierra fértil, simbolizaba la vida, y el blanco de los huesos de animales y humanos simbolizaba la muerte. Posada por medio de una paradoja, le devolvió al color blanco su vitalidad. Al punto que la calavera y sus mil rostros, es lo mismo que decir México vivo, cambiante y multicultural.
* En México se les dice así a las mujeres que tiene el cabello rubio.
**La utópica raza latinoamericana a la que aspiraba el filosofo e intelectual mexicano Vasconcelos.
Fuentes:
- Posada (México, MR/Planeta, 2006) y José Guadalupe Posada. Un artista en Blanco y negro (México, DGP/CNCA; 2010/ Col. Círculo de Arte) Agustín Sánchez González, autor de ambos libros.
- José Guadalupe Posada, por Diego Rivera.
- Ilustraciones de Posada obtenidas de MOMA.org “Jarabe de ultratumba”.
- “La garbancera”, imagen obtenida del archivo digital del grupo milenio.
- Detalle de “Sueño de una tarde de domingo en la Alameda” Museo Diego Rivera.

Bueno, muchas gracias por citarme. Quiero decirte que la frase que inicia el texto no la escribió Posada. Son de esas frases que se le atribuyen sin fundamento alguno y que repiten tantas veces que todo el mundo creería que la escribió o la dijo. Te cuento que no se conoce ningún documento ni material alguno de Posada.
Agustín Sánchez, muchas gracias por tu comentario e interesante aclaración.
Tampoco se debe olvidar a Manuel Manilla, anterior a Posada y un maestro del grabado. Me parece que llegaron a conocerse (de una u otra forma) por que ambos trabajaron con Vanegas. Saludos!
Hola Santiago, muchas gracias por tu aportación. Y sí, al parecer se conocieron en los últimos años de vida de Manilla. Tal como dices, en el taller de Vanegas.
Aunque Manilla tiene un papel importante en la gráfica mexicana, creo que no influye en Posada. Por cierto, que no hay un Manilla, aparentemente hay padre e hijo. Hay que buscar en los litógrafos-caricaturistas como Constantino Escalante, Santiago Hernández y, sobre todo, José María Villasana, la verdadera influencia. Manilla es, desde mi punto de vista, bastante menor a estos. Les dejo mi fb dedicado a Posada https://www.facebook.com/pages/Jos%C3%A9-Guadalupe-Posada-Aguilar-1852-1913/291423567575112?ref=hl
Hola Augusto, dos cosas:
1. te cuento que una exposición dedicada a Posada se presenta ahora en Alcalá de Henares, hasta el 2 de noviembre y el 20 de ese mismo mes, la presentamos en Madrid, en la embajada mexicana
http://www.bellasartes.gob.mx/index.php/2014-01-10-22-09-57/septiembre-2014/7439-1401-muestra-de-103-grabados-de-jose-guadalupe-posada-se-presentara-en-alcala-de-henares-espana
2. Pensé que modificarías la rase inicial que escribriste que no escribió Posada. Saludos